Un alimento
fortificado es aquel que ha sido modificado en su composición original mediante
la adición de nutrientes esenciales a fin de satisfacer las necesidades
particulares de la alimentación de determinados grupos de la población.
Un ejemplo de
esto, es la sal yodada. La sal común es el cloruro sódico (NaCl, molécula que
contiene sodio y cloro ionizados en relación estequiométrica 1:1). La sal
yodada, conocida como la sal que previene el bocio, consiste en la sal común
fortificada con yodo (en forma de KI, molécula que contiene yodo y potasio
ionizados).
Esta sal,
comercializada como sal marina yodada, previene el bocio porque aporta el yodo
necesario para que la glándula tiroides funcione correctamente. Si no es así,
esta aumenta su tamaño y aparece un abultamiento en el cuello.
Por término
medio, suele haber unos 60 mg del compuesto KI por cada kilo de sal marina
yodada. Este tipo de sal proporciona una pequeña cantidad de yodo que
necesitamos para que en nuestra glándula tiroides tenga lugar la formación de
la hormona tiroxina, que es importante en el metabolismo de las células de muchos
tejidos del cuerpo.
Bibliografía
-www.efesalud.com
-Vinagre Airas
F, Mulero M.R, Guerra J.F Cuestiones
curiosas de química Editorial alianza
Descubrirlaquimica. Estudiante de Química en la USC. Miembro SXGQ. Exalumna Colégio Sagrado Corazón de Pontevedra
12 de Agosto de 2019